Las implicaciones bilaterales entre España y México han sufrido un notable incremento desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea. Hay que tener presente que México es el primer mercado potencial de España en Latinoamérica, y las relaciones comerciales, por una parte, y la inversión y presencia de empresas españolas en México, por la otra, suponen una nueva perspectiva para el ámbito impositivo de los dos países. En este contexto, el análisis del Convenio Hispano-Mexicano se convierte en un instrumento indispensable para solventar los problemas derivados de la doble imposición internacional que puedan sufrir las rentas o el patrimonio de los residentes en cada uno de los dos Estados.
Teniendo en cuenta esta situación, la monografía se centra en el estudio del Convenio desde dos vertientes: una teórica, en donde, además de definir los términos y expresiones empleados en el mismo, se distribuye la potestad tributaria; y una vertiente práctica, en donde se estudia la tributación efectiva de los ciudadanos españoles y mexicanos a partir de los ordenamientos jurídicos internos de los dos Estados. Por su propia configuración, se incide de forma especial en el comentario de los artículos relativos a los beneficios empresariales, dividendos, intereses, cánones y ganancias de capital. En definitiva, se intenta buscar la fuente efectiva de tributación para el residente mexicano o español, sin profundizar en las posibles desigualdades que provoca la aplicación del Convenio para uno u otro Estado. Se trata de convertir el Convenio en un instrumento que permita conocer la distribución real de la potestad tributaria en función de la normativa interna actual de los dos Estados.