El Poder Judicial es una de las ramas fundamentales del Estado de Derecho, y aunque su importancia es incuestionable, a menudo su funcionamiento y organización son poco comprendidos. Esta obra se adentra en el estudio de la estructura gubernativa dentro del Poder Judicial, destacando el papel crucial que juega en la administración de justicia. En este sentido, la independencia judicial se presenta como un pilar esencial para asegurar que la justicia se administre de manera imparcial y autónoma. Para garantizar esta independencia, existe una organización autoorganizativa en la que el Consejo General del Poder Judicial ocupa la cúspide, desempeñando un rol fundamental en la regulación y gestión del sistema judicial.
El propósito principal de este libro es explicar en detalle las competencias gubernativas de los órganos judiciales, con un enfoque específico en las atribuciones del Consejo General del Poder Judicial. Además, se analizan los actos que se derivan de estas competencias y cómo se materializan en la práctica. Uno de los aspectos clave es la fiscalización de la legalidad de los acuerdos adoptados por los órganos judiciales dependientes, un proceso fundamental que garantiza la transparencia y legalidad del sistema.
El análisis profundiza en la resolución de recursos administrativos, lo que ha dado lugar a la creación de una jurisprudencia administrativa significativa. Esta jurisprudencia, junto con las funciones de fiscalización, ofrece un entendimiento más claro sobre cómo se lleva a cabo el gobierno del Poder Judicial y cómo se preserva su independencia.
La obra no solo busca ofrecer una visión técnica para los profesionales del Derecho, sino también proporcionar al público en general una mejor comprensión del sistema judicial, sus complejidades y su impacto en el Estado de Derecho. A través de un análisis detallado, se explica cómo las funciones del Poder Judicial no solo afectan a los procesos judiciales, sino también a la política, la economía y la sociedad en su conjunto.
