Una vida ajetreada. Relato verídico
Es más que probable que sea ésta la primera vez que un escritor traiciona al autor a quien sucintamente reseña en la contraportada de su libro, una traición afectuosa y deliberada; y supongo que consentida, si finalmente estas líneas aparecen en el libro del autor. Sí, amigo lector; sin duda, amiga lectora, y es que no hay nada de “vulgar” en esta historia, absolutamente nada: la vida de Gabriel se desarrolla rodeada de personajes entrañables que aportan calor al protagonista principal de estas memorias, pero al mismo tiempo surgen otros que perturban su mente y tensan su espíritu hasta límites insospechados.
En el desarrollo de la narración parece, en ocasiones, que este personaje, frágil y enfermizo en su niñez, lleve consigo la potestad de enfrentarse a cualquier reto que se cruce en su camino para luego salir indemne de la batalla; a veces ciertamente magullado, pero siempre hacia adelante.
No, no es una historia vulgar. En ocasiones puede recordarnos a ciertos rasgos históricos, a otras existencias coetáneas, pero, sin duda, se trata de una historia única, con personajes vividos, ambientes pletóricos de realismo y contextos históricos perfectamente reconocibles.
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