Se podría decir que el tráfico de drogas es el delito por excelencia, con una enorme incidencia práctica, fuente u origen de otras conductas criminales, dotado de una gran complejidad, plagado de matices, que, trasladado a nuestra jurisprudencia, es abordado con gran extensión y detalle.
En este cuaderno analizamos el tipo básico del tráfico de drogas recogido en el art. 368 del Código Penal, que castiga a «Los que ejecuten actos de cultivo, elaboración o tráfico, o de otro modo promuevan, favorezcan o faciliten el consumo ilegal de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, o las posean con aquellos fines». Y en el concreto marco de esta figura delictiva se abordan, en primer término, los grados de participación y las formas de ejecución, para incidir, acto seguido, en los elementos objetivos del tipo, en concreto, el abanico de conductas o conjunto de actividades que lo definen, que tienen por finalidad promover, favorecer o facilitar el consumo ilegal de esas sustancias, comenzando por el cultivo, pasando por el transporte y llegando hasta la venta.
Merece especial mención el problema de la prueba del tráfico de drogas, donde cobran singular relevancia los indicios incriminatorios, que analizamos tanto individualizadamente como en su apreciación conjunta por nuestros Tribunales….