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1ª Edición, agosto 2014
Grupo M&G Difusión S.L
Formato Libro
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SINOPSIS
En esta novela, el escritor, nos presenta un problema muy actual: La misión que desarrollan los abuelos, (mujeres y hombres), en el cuidado, educación, e incluso manutención de los nietos. Y, en general, el poco reconocimiento que se les tributa, pero sobre todo el desdén con que se les trata, a la hora de que los responsables de impartir la justicia ignoren, obvien, no tengan en cuenta la opinión de quienes realmente han cuidado y criado a los nietos.
La trama transcurre a partir de la decepción del Abuelo de vuelta del Juzgado, envuelto en la borrasca que atormenta su alma y empaña los cristales de las gafas que no le dejan ver con claridad, al llegar a su casa, «el resuello de su agotador ser, más por su frustración que por su cansancio físico, rendido, derrotado… lo encaminó hacia el sofá donde se echó mientras recordaba estos y otros pasajes de su vida». A través de ellos nos traslada a tiempos pretéritos de convulsiones políticas internas: la contienda civil, los exiliados forzosos y voluntariamente, la emigración buscando la subsistencia…
Con su peculiar estilo, el autor, por medio de sus personajes: los hijos de los abuelos, la pillería de la pubertad, los amoríos de la juventud, la astucia, golfería y ruindad de los vividores… nos transmite otros temas narrados con tal amenidad, que una vez iniciamos su lectura, nos va a ser difícil dejarla hasta conocer el desenlace final.
Cual testimonio del momento que vivimos, no podía faltar la infidelidad y la relación física de las personas, descritas con gran elegancia y complementada con prácticos consejos que los personajes intercambian y que son útilmente aplicables para mejorar la convivencia.
En definitiva, como padre, abuelo, y testigo de la época que retrata fidedignamente, recomiendo este libro que, nuestro amigo y miembro de AESFAS – UDP, José Payá Alberola, nos presenta y que con sumo gusto he querido hacer una sucinta referencia, ya que no me gusta los prólogos donde se desmenuza la obra, más bien parece que el importante es el prologuista buscando su relevancia personal y no es mi caso, simplemente he accedido con gusto a complacer al autor y amigo.
