1ª Edición, abril 2016
José María Bosh Editor
SINOPSIS
La importancia del riesgo de circulación se traduce en la suscripción de un seguro que cubra los posibles daños, con la finalidad de que las víctimas de accidentes de tráfico sean siempre indemnizadas. Sin embargo, el seguro suscrito no ofrece una cobertura ilimitada, sino concreta. Por lo que en determinadas circunstancias debe poder reclamarse al causante que responda con su patrimonio en aquellas situaciones en las que no está justificado que se ampare en el seguro contratado. La entidad aseguradora se hace cargo de la indemnización de la víctima, pero debe quedar garantizado su derecho de repetición en los casos en los que le corresponde. La cobertura del seguro se extiende, no sólo a supuestos que debe en realidad asumir el causante, sino incluso a otros en los que la responsabilidad podría corresponder al Consorcio de Compensación.