Por fin un fiscal, Jiménez Villarejo, y un juez, Antonio Doñate, abordan la pervivencia del franquismo en el poder judicial. A partir del seguimiento de distintos casos penales (desde el de Companys al de Baltasar Garzón), los autores aportan amplia documentación y denuncian el continuismo de la manipulación represiva del régimen franquista en las esferas del poder judicial durante la transición y hasta nuestros días.
El análisis de los casos del homicidio de Agustín Rueda o el atentado contra la revista El Papus traen a la luz los desmanes de un poder judicial manipulado por el conservadurismo reaccionario.