Esta obra aborda un estudio sobre el proceso de formación de las decisiones judiciales centrando su atención en las distintas respuestas que la doctrina ha ofrecido en relación con la exigencia del sometimiento de los jueces a la Ley.
Para ello, lleva a cabo, a través de una fórmula particularmente original, un análisis de la evolución de las grandes líneas de pensamiento jurídico moderno desde un punto de vista de la filosofía jurídica, incidiendo especialmente en aquellos temas que tienen que ver con la creación judicial del Derecho, la problemática frente al derecho injusto e, incluso, las consecuencias que tienen en la formación del jurista.