Armas para la República. Contrabando y corrupción, julio de 1936 – mayo de 1937
La política de no intervención promovida por Francia y Gran Bretaña durante la guerra civil española condicionó decisivamente el acceso a los mercados internacionales de armas por parte de la República. Mientras los sublevados se beneficiaban del suministro y colaboración, más o menos encubierta, de Italia, Alemania y Portugal, las autoridades republicanas se vieron obligadas a recurrir a intermediarios y al mercado negro y, en última instancia, fue inevitable una dependencia creciente de los suministros enviados desde la Unión Soviética.
El historiador Miguel Campos reconstruye los esfuerzos republicanos para superar, entre julio de 1936 y mayo de 1937, el absurdo estrangulamiento militar dictado por las potencias democráticas. De forma exhaustiva y documentada, se reivindica a los leales servidores de la República, cuyo éxito estuvo a menudo coartado por la desesperada situación bélica y la falta de pericia y conocimientos de algunos de sus enviados, víctimas del oportunismo de estafadores profesionales, traficantes turbios e incluso de emisarios oficiales que no dudaron a llenarse sus bolsillos. Además, Armas para la República reconstruye las maniobras de las redes y agentes de los sublevados y de los espías y diplomáticos de sus aliados para sabotear contratos e impedir por la fuerza muchas de las entregas. Una investigación capital para entender la innegable y decisiva dimensión internacional de la guerra civil española.