Después de redactar las presentes reflexiones, he de reconocer con tristeza la enorme dificultad que representa explicar pedagógicamente lo complicado que es nuestro sistema tributario. Este es, sin más, complejo e ininteligible. Explicarlo, y de ahí mi desesperación, es tarea para doctos. Nuestro sistema tributario no responde además a ningún proyecto social coherente. Es, en algunos casos, la destrucción del Derecho. Pero su fuerza es tal que confunde a propios y extraños. He llegado incluso a pensar que es intencionadamente ininteligible, tanto, que si se entendiese bien quedaría de manifiesto su injusticia; injusticia, preciso, no por la obligación de pagar impuestos, sino por su inequidad. Además, cumplir con nuestra obligación constitucional es un arte difícil y de gran riesgo en el que el conflicto es casi inevitable. Y tal vez equivocadamente, he llegado a la conclusión de que ese sistema ininteligible es el reflejo de nuestra sociedad.
Un sistema alejado de su genuina finalidad redistributiva; complejo y al alcance de pocos; que recauda de quien puede y no de quien debe. Un sistema tributario que bajo el manto del denominado Estado social es un extraño puzzle de exenciones, incentivos y beneficios fiscales no siempre fáciles de entender; un laberinto sin esperanza alguna de albergar una salida razonable; en el que hasta lo sencillo es complejo. Lo fácil, claro, es simplificarlo. «Los ricos no pagan», se dice. Y sí. Es cierto. Pero si consiguiéramos explicar de forma sencilla por qué no pagan, muchos se sonrojarían. La culpa, siempre, es del fraude. Ese porcentaje que todos dicen pero nadie encuentra. Esa cifra mágica con la que se pretenden financiar todas las medidas electorales. Esta es nuestra realidad. Así de sencilla y de compleja. Demostrarlo no es fácil. No obstante, este es el objetivo que me he fijado sin renunciar a proponer alternativas a lo que considero es hoy un sistema fiscal agotado. He procurado hacerlo de forma inteligible, didáctica y poco técnica. Se trata, en definitiva, de unas reflexiones dirigidas a todos.