Las sociedades laborales son, desde un punto de vista tipológico, un tipo social híbrido: son sociedades de capital por su obligada forma de sociedad anónima o de sociedad de responsabilidad limitada aunque, al tiempo, presentan como rasgo diferencial que su finalidad es promover que sus trabajadores indefinidos accedan a la condición de socios y que detenten el control de la sociedad. Se trata de uno de los máximos exponentes de empresa participada por los trabajadores enmarcándose en el seno de la economía social. Esta posición intermedia la convierte en un tipo social ideal para fomentar el emprendedurismo en el mercado del siglo XXI, más aún tras la necesaria y demandada modernización de su régimen jurídico acometida por la Ley 44/2015, de 14 de octubre, de Sociedades Laborales y Participadas.
En la obra se estudia, con rigor científico, las principales peculiaridades y novedades del vigente régimen jurídico de las sociedades laborales, su vis expansiva a algunos ordenamientos latinoamericanos, así como la introducción del nuevo y controvertido concepto de «sociedad participada por los trabajadores».