Este trabajo ofrece una visión actualizada y útil de una institución, el período de prueba, cuyo conocimiento no se agota en su regulación legal pues precisa el conocimiento exhaustivo de nuestra Jurisprudencia, que responde y, a la vez, participa, del proceso de transformación de esta figura clásica.
La regulación legal, principalmente contenida en un único precepto (art. 14 ET), se ha mostrado insuficiente para dar respuesta a los numerosos y cambiantes interrogantes que surgen alrededor de la figura analizada.
El legislador se ha conformado con pergeñar la institución, de inclusión facultativa en el contrato de trabajo, formalista en su establecimiento y decididamente flexible en su extinción, al tiempo que ha delegado en los negociadores colectivos el establecimiento de su duración máxima. Su encaje en el engranaje propio de las relaciones laborales propicia la aparición de innumerables problemas de articulación.
Este trabajo los identifica y ordena sistemáticamente, optando por abordar aquellos sobre los cuales existe un mayor debate en la comunidad jurídica, a la vez que intenta elevar a categorías conceptuales lo que frecuentemente no pasan de ser asertos destinados a cimentar la solución que el correspondiente Tribunal percibe como adecuada.
El contraste de opiniones y la interacción entre la doctrina académica y la judicial se ha procurado mantener en un plano de equilibrio recíproco, exponiéndose las conclusiones alcanzadas, no solo desde el análisis sistemático de la respuesta legal, convencional y judicial, sino desde el terreno de la reflexión y el replanteamiento dogmático de los presupuestos que cuadran con el «periodo de prueba».