Los últimos años han mostrado cómo proyectos de grandes infraestructuras, cuya ejecución se asumió por empresas concesionarias que confiaban en sustanciosos beneficios, han dejado unas millonarias deudas que la Hacienda Pública -esto es, todos los españoles- ha de atender ahora. Y ello a pesar de que el núcleo del régimen jurídico de las concesiones administrativas consiste en que el concesionario ejecuta el proyecto a su ‘riesgo y ventura’.
El presente libro afronta el análisis de la vigencia de este principio. Tras desgranar los avatares de tres conocidos proyectos (el almacén subterráneo Castor, las autopistas radiales y una concesión ferroviaria), la autora profundiza en sus orígenes, en la evolución que ha vivido, en las matizaciones que han debilitado su defensa, en los obstáculos levantados por los nuevos mecanismos de financiación de las infraestructuras públicas y resalta las enseñanzas que pueden recogerse del conocimiento de la Historia. ¿Se podrán evitar así en el futuro los errores del pasado? La autora perfila las vías para ello.