Los conceptos jurídicos se presentan como una de las herramientas clásicas y esenciales en la elaboración del Derecho. Ningún jurista puede preciarse de serlo si no conoce con cierto detalle conceptos como persona jurídica, negocio jurídico, Estado, propiedad, derecho subjetivo o contrato. La racionalidad propia de la tradición occidental está ligada a la utilización de conceptos.
Apenas existen estudios que examinen los conceptos jurídicos en general, como forma del pensamiento jurídico, o que establezcan pautas de formación conceptual: cuáles son los pasos que deben darse y qué orientaciones o criterios han de guiar esa tarea. Esta situación se certificaba en los albores del siglo xx y continúa siendo una constante en la actualidad. La evolución histórica del método jurídico y, en especial, los abusos de la jurisprudencia de conceptos, han llevado a considerar negativamente el trabajo con estos instrumentos. Pero los conceptos son imprescindibles para la actividad intelectual. No tenemos más remedio que seguir utilizándolos.
El objeto de este trabajo consiste precisamente en analizar la formación de conceptos jurídicos en el ámbito específico del Derecho público. En concreto, se quiere identificar una serie de pautas mínimas que puedan guiar la manera de elaborar conceptos en la investigación jurídica. Con ese fin, se ofrece una propuesta sobre qué son los conceptos jurídicos en la actualidad y cómo se forman en el marco del estudio académico del Derecho y de los ejes de evolución del Derecho público.