Los depósitos estructurados son productos que pueden, en ocasiones, comportar un riesgo para el contratante si no ha sido bien informado de sus características. Entre las malas prácticas bancarias de que hemos sido testigos recientemente se encuentra la comercialización de estos depósitos sin advertir al cliente de que carecían de garantía del capital, sin advertir de la existencia de un coste de cancelación o, incluso, de que era imposible cancelar anticipadamente el depósito estructurado. La falta de información adecuada permite reclamar judicialmente por las pérdidas sufridas al invertir en estos productos con grandes garantías de éxito.
En esta obra se describe cómo y en qué condiciones se puede obtener la devolución de las cantidades invertidas, quién puede reclamar y cuáles son las vías para ello. Para el profesional, se incluyen legislación y jurisprudencia actualizadas en una guía que facilitará enormemente la tarea de interponer una demanda.
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