La crisis económica comenzó a afectar a numerosas entidades financieras a partir del año 2007. Mientras aparentaban normalidad, en realidad el aumento de la morosidad y la devaluación de sus activos inmobiliarios situaban en situación de quiebra técnica a muchas de estas entidades, que necesitaban obtener recursos urgentemente. Con este propósito se comercializaron participaciones preferentes y obligaciones subordinadas, centrándose todos los esfuerzos de las extensas redes comerciales de las cajas de ahorros en convencer a los pequeños ahorradores, sus clientes de siempre, de que invirtieran el dinero que hasta entonces habían tenido en depósitos a plazo fijo en unos productos nuevos, que ofrecían mucha mayor rentabilidad y que eran completamente seguros.
Miles de afectados descubrieron que habían perdido sus ahorros de toda la vida. Actualmente, es posible recuperar el capital invertido a través de una demanda judicial. En esta obra se describe cómo y en qué condiciones se puede obtener la devolución de las cantidades invertidas, quién puede reclamar y cuáles son las vías para ello. Para el profesional, se incluyen legislación y jurisprudencia actualizadas en una guía que facilitará enormemente la tarea de interponer una demanda.