Derecho Penal y Redes Sociales
1ª Edición, junio 2015
ARANZADI Thomson Reuters
SINOPSIS
La extraordinaria expansión de Internet y, en especial, de las redes sociales, durante la última década, ha creado un nuevo escenario delictivo en el que concurren delitos tradicionales y delitos de nuevo cuño. La confluencia de la normativa específica de esta materia y de la normativa penal conforma un ámbito jurídico de características propias que requiere un estudio específico.
La presente obra aborda los diversos aspectos que conforman este ámbito y le otorgan su especial singularidad. Por una parte, se abordan las cuestiones sustantivas y procesales que implican los delitos que se cometen en este ámbito, tales como la competencia territorial jurisdiccional, la investigación de la autoría del delito, las medidas cautelares de protección aplicables o el régimen de responsabilidades. Por otra, se abordan los concretos delitos y su tratamiento doctrinal y jurisprudencial, con resoluciones de máxima actualidad.
Todo ello conforma una obra completa y de notable utilidad práctica, lo que la convierte en herramienta imprescindible a la hora de abordar con garantías el estudio de la actividad delictiva y su tratamiento sustantivo y procesal en este panorama jurídico que representa Internet y las redes sociales en línea.
INDICE:
Capítulo I
Las redes sociales
1. CONCEPTO Y EVOLUCIÓN
1.1. CONCEPTO CLÁSICO: LAS REDES SOCIALES TRADICIONALES
El término «red social» fue propuesto en 1954 por el antropólogo británico John Barnes, con ocasión de un estudio de campo que realizó sobre una comunidad rural. Sin embargo, la esencia del funcionamiento de las redes sociales fue planteada mucho antes, en 1929, por el escritor húngaro Frigyes Karinthy, en un relato titulado «Chains» («Cadenas»). Desde entonces, diversas disciplinas –esencialmente la antropología y la sociología– han estudiado el fenómeno, proponiendo diversas teorías, mereciendo especial cita la de los Seis Grados de Separación, propuesta por el sociólogo Duncan Watts (Six degrees: the science of a connected age, W.W. Norton & Company, 2003) y basada en el inicial planteamiento de Frigyes Karinthy; esta teoría, un hito de las redes sociales en Internet, sostiene, como señala Isabel Ponce, que «se puede acceder a cualquier persona del planeta en sólo seis «saltos», por medio de una cadena de conocidos las personas están relacionadas unas con otras a través de cinco intermediarios. Se basa en la idea de que el grupo de conocidos crece exponencialmente con los enlaces en cadena, y harían falta, únicamente, cinco de estos enlaces para cubrir la totalidad de la población mundial. (…) El software original de las redes sociales virtuales parte de esta teoría, de hecho existe en Estados Unidos una patente llamada six degrees patent por la que ya han pagado las redes sociales Linkedin y Tribe.» (Ponce, I. Redes Sociales. Instituto de Tecnologías de la Comunicación, 2012). En efecto, como señala el Instituto de Tecnologías de la Comunicación (actualmente, Instituto Nacional de Ciberseguridad), «toda red social se fundamenta en la teoría de los seis grados de separación y Duncan J. Watts, incluso realizó el envío masivo de un correo electrónico a nivel mundial, comprobando que la teoría de Frigyes era correcta y también aplicable al medio online.» (Redes Sociales, Menores de Edad y Privacidad en la Red. Instituto de Tecnologías de la Comunicación, 2008).
En cuanto a su conceptuación, se ha abordado desde las más diversas disciplinas, en especial las ciencias sociales, por lo que no existe un concepto unitario, pudiendo encontrarse variadas definiciones. El autor inicial del concepto, John Barnes, lo definió señalando: «La imagen que tengo es de un conjunto de puntos algunos de los cuales están unidos por líneas. Los puntos de la imagen son personas o a veces grupos, y las líneas indican que individuos interactúan mutuamente. Podemos pensar claro está, que el conjunto de la vida social genera una red de este tipo» (Rivoir, Ana Laura, «Redes sociales: ¿Instrumento metodológico o categoría sociológica?» Revista de la Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de la República, Uruguay, 1999). A partir de entonces se han elaborado diversas definiciones, en especial en el campo de la sociología, la mayoría de las cuales tienen en común la admisión del conjunto de personas, organización de relaciones entre las mismas y finalidad de apoyo o recursos, como elementos integrantes básicos de toda red social.
A la vista de las variadas definiciones propuestas por diversos autores, se puede concluir que una red social es un conjunto de personas que establecen un sistema interno de relaciones sinérgicas con la finalidad de obtener las utilidades propias de la organización en grupo. Y desde un punto de vista más genérico, se puede definir como una estructura social formada por personas relacionadas entre sí por un interés o utilidad común.
1.2. CAMBIO DE PARADIGMA: LA WEB 2.0 Y LOS SERVICIOS DE REDES SOCIALES EN LÍNEA (SRS)
En un interesante trabajo, Cerezo Gilarranz destaca cómo el físico y filósofo estadounidense Thomas Kuhn acuñó en los años 60 el término «cambio de paradigma» para «definir las revoluciones en el conocimiento científico sobre una materia que daban lugar a una realidad, sistema o modelo tan diferente del existente que ni siquiera las palabras o conceptos para explicarlos podían ser los mismos. El cambio de paradigma se producía por la acumulación creciente de paradojas –observaciones que van en contra del paradigma–, hasta causar una crisis motivada por la pérdida de confianza de los científicos en el paradigma inicial». El autor señala el hecho de que «algo similar está ocurriendo en el mundo de la comunicación desde la aparición de Internet y, más concretamente, con la llegada de la web 2.0. Las paradojas se acumulan en torno al modelo tradicional de emisor/receptor y el sistema de intermediación social, representado por los medios de comunicación, está en crisis. La Red es un nuevo espacio donde los roles de los diferentes agentes se construyen, evolucionan y cambian día a día. (…) Un espacio donde los intermediarios tradicionales han perdido credibilidad y confianza al tiempo que han surgido unos nuevos «influyentes» vinculados con las redes sociales, dando lugar a nuevas formas de relación y organización de forma espontánea y no jerarquizada» (Cerezo Gilarranz, J., «Presentación. Identidad digital y reputación on line». Cuadernos de comunicación Evoca 5. Evoca Comunicación e Imagen, 2011).
En efecto, señala el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (actualmente, Instituto Nacional de Ciberseguridad), «Internet ha creado un nuevo escenario en el que las relaciones personales cobran protagonismo. (…) Las nuevas plataformas y herramientas colaborativas han producido un cambio desde una Web 1.0 basada en páginas estáticas, meramente informativas, sin capacidad de generar una participación del usuario, hacia una Web dinámica donde se produce una interrelación que genera una suma de conocimientos y/o experiencias. Es decir, la Web 2.0 o Web Social son personas colaborando, compartiendo y participando en un canal multidireccional abierto que permite lograr la máxima interacción entre los usuarios y les ofrece nuevas posibilidades de colaboración, expresión y participación.» (Pablo Pérez, San-José, Cristina Gutiérrez Borge, Susana de la Fuente Rodríguez, Laura García Pérez y Eduardo Álvarez Alonso, Guía de Introducción a la Web 2.0: aspectos de privacidad y seguridad en las plataformas colaborativas. Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación, 2011).
En este sentido, señala Isabel Ponce que «El advenimiento de la Web 2.0 revoluciona el concepto de red (…). A diferencia de la Web 1.0 de sólo lectura, la Web 2.0 es de lectura y escritura, donde se comparte información dinámica, en constante actualización. Las Web 2.0 se ha llamado en muchas ocasiones la Web social y los medios de comunicación que ofrece también han incorporado este adjetivo, denominándose Medios Sociales o Social Media, en contraposición a los Mass Media, para mostrar el importante cambio de modelo que atraviesa la comunicación en la actualidad. (…). El cambio se da verdaderamente a nivel usuario, que pasa de ser consumidor de la Web a interactuar con ella y con el resto de usuarios de múltiples formas.» (Ponce, I., Redes Sociales. Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación. 2012).
1.3. CONCEPTO MODERNO: LAS REDES SOCIALES EN LÍNEA (RSO)
En la actualidad, la expresión «red social», se refiere principalmente a las redes sociales en Internet, también conocidas como redes sociales «on-line». El fenómeno, como ya se ha indicado, viene indisolublemente unido a la transformación de la denominada «Web 1.0» en «Web 2.0», la cual dispone de un amplio abanico de aplicaciones de comunicación y gestión de la información que le confieren una característica específica, toda vez que aquélla sólo emite información, mientras que ésta la emite y además la recibe, en un cauce de comunicación bidireccional con los internautas, peculiar característica que le permite ofrecer una serie de servicios, entre los que se destacan de forma destacada los servicios de redes sociales (SRS).
En relación con esta cuestión, señala Isabel Ponce que las redes sociales «se han convertido, en pocos años, en un fenómeno global, se expanden como sistemas abiertos en constante construcción de sí mismos» y que «El concepto de red social ha adquirido una importancia notable en los últimos años. Se ha convertido en una expresión del lenguaje común que asociamos a nombres como Facebook o Twitter. (…). Con la llegada de la Web 2.0, las redes sociales en Internet ocupan un lugar relevante en el campo de las relaciones personales y son, asimismo, paradigma de las posibilidades que nos ofrece esta nueva forma de usar y entender Internet. (…). Sencillamente, las propiedades sociales de los servicios 2.0 fomentan la creación de redes sociales en Internet (…). Siguiendo este razonamiento, podemos definir las redes sociales on-line como estructuras sociales compuestas por un grupo de personas que comparten un interés común, relación o actividad a través de internet». (Ponce, I., Redes Sociales. Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación, 2012).
En efecto, las redes sociales en línea, por el hecho de basarse en una plataforma tecnológica, no pierden su naturaleza de comunidad social, constituyendo en definitiva, comunidades virtuales de base tecnológica. Esa plataforma tecnológica es, en sentido estricto, lo que jurídicamente se define como «servicio de red social». En este sentido, hay que distinguir las redes sociales en sí mismas, de los servicios de redes sociales (SRS), que son los que les dan soporte tecnológico. Estos últimos los define la citada autora como «plataformas de software que se presentan mediante una interfaz de usuario, para hacer el contenido accesible.» (Ponce, I., Redes Sociales. Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación 2012).
El concepto de «servicio de red social», está legalmente contemplado en el Dictamen 5/2009 sobre las redes sociales en línea, del Grupo de Trabajo sobre Protección de Datos del Artículo 29, (organismo consultivo de la UE, creado por el artículo 29 de la Directiva 95/46/CE), que define los SRS como «plataformas de comunicación en línea que permiten a los individuos crear redes de usuarios que comparten intereses comunes.». Sin embargo, a continuación indica que «En sentido jurídico, las redes sociales son servicios de la sociedad de la Información, según se definen en el artículo 1, apartado 2, de la Directiva 98/34/CE, modificada por la Directiva 98/48/CE.» Y tras ello vuelve al concepto inicial, señalando que los SRS comparten determinadas características, en concreto, que los usuarios deben proporcionar datos personales para generar su descripción o «perfil», que los SRS proporcionan también herramientas que permiten a los usuarios poner su propio contenido en línea (fotografías, crónicas, comentarios, música, vídeos o enlaces hacia otros sitios) y que las redes sociales funcionan gracias a la utilización de herramientas que proporcionan una lista de contactos para cada usuario, con las que los usuarios pueden interactuar.
El hecho de que el citado Dictamen 5/2009 proporcione una definición ambigua que no llega a deslindar claramente los conceptos de «redes sociales» y «servicios de redes sociales», así como el hecho de que aquéllas estén vinculadas a las plataformas digitales que les dan soporte tecnológico, ha llevado a diversos autores a elaborar un concepto, no social, sino tecnológico, de «red social», definiéndola como «servicios de la sociedad de la información que ofrecen a los usuarios una plataforma de comunicación a través de Internet para que estos generen un perfil con sus datos personales, facilitando la creación de redes en base a criterios comunes y permitiendo la conexión e interactividad con otros usuarios» (Ortiz López, P., «Redes sociales: funcionamiento y tratamiento de la información personal». Derecho y redes sociales. Martínez Martínez, R. y Rallo Lombarte, A., Civitas, 2010), como «espacios virtuales organizados para desarrollar proyectos, integrar comunidades de otra manera, poner en pie servicios que de otra manera no existirían, tomar decisiones en tiempos complejos y proyectarse hacia el mercado global usando toda la potencia de la virtualidad» (Fernández Hermana, L., Investigar en tiempos de crisis… y redes. Fundación para el Conocimiento, madri+d, 2008), o como «una aplicación online que permite a los usuarios, de forma completamente descentralizada, generar un perfil público, compartir información, colaborar en la generación de contenidos y participar de forma espontánea en movimientos sociales y corrientes de opinión» (Redes Sociales, Menores de Edad y Privacidad en la Red. Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación, 2008).
A la vista de las anteriores definiciones, podemos conceptuar «red social» –en su acepción actual de «red social en línea»– como un conjunto no cerrado de personas físicas o jurídicas que, previo registro y creación de un perfil, se comunican y comparten información, en línea, a través de una plataforma tecnológica digital (SRS) suministrada por un prestador de servicios de Internet.