1ª edición, Agosto 2017
Los Libros de la Catarata
SINOPSIS
La corrupción es un azote que no cesa. Ha calado hondo tanto en la clase política como en el sector público y privado, sin que seamos del todo capaces de reducir sus perniciosos efectos. Ante la merma de esa «institución invisible» que es la confianza y a medida que la corrupción se hacía más presente en el espacio público, se han redoblado las exigencias de integridad y transparencia.
¿De qué modo hacer efectivos estos imperativos en el ámbito institucional? ¿Cuáles son los medios que se han puesto para combatir la corrupción? ¿No es mejor prevenir que reaccionar ante un mal ya hecho? Y es que en la lucha contra la corrupción es frecuente echar mano de un arsenal de medidas represivas: reformas del código penal, mayor persecución policial o, más recientemente, multiplicación de las agencias «independientes» de lucha antifraude y anticorrupción, entre otras.
Este libro explora una segunda vía, la de una política de la prevención y la de sus imperativos de integridad y transparencia, referentes de una sólida ética institucional y, siguiendo a Rosanvallon, de todo buen gobierno. Se trataría de promover la construcción de marcos de integridad institucional y el desarrollo de sistemas de autorregulación en las instituciones públicas, así como fortalecer la transparencia para hacer efectiva esa misma integridad institucional. Rafael Jiménez nos brinda un análisis minucioso de estos dos imperativos, profundizando en sus fortalezas, pero también en sus paradojas y contradicciones.