De los debates surgidos a raíz de la crisis económica, uno de los temas que ha suscitado mayor interés es la condición periférica de la economía española dentro de la Unión Europea y las razones de esa posición subordinada.
Este libro busca ir más allá de las explicaciones coyunturales y de los enfoques de la economía ortodoxa e indagar en las causas históricas de esta dependencia a través de aspectos poco estudiados y, sin embargo, primordiales, como son la internacionalización de la producción y el cambio tecnológico, y el papel que ha jugado el capital extranjero a través de las empresas transnacionales en el proceso de industrialización en España. En dicho proceso, es difícil encontrar un aspecto más negativo y más persistente de la economía española como es el alto grado de dependencia tecnológica y de menor desarrollo del sistema científico y tecnológico nacional en relación a los países comunitarios. El escaso esfuerzo innovador y la masiva importación de tecnología extranjera son los dos elementos centrales del cambio tecnológico en la industria española.
Eduardo Sánchez, a través de un pormenorizado análisis, demuestra cómo ambos hechos dan cuenta del carácter periférico de España en la economía global.