Ese «mundo particular», en expresión de Dostoivski, que constituyen las prisiones, donde, como Cervantes señalaba, «toda incomodidad tiene su asiento y todo trise ruido hace su habitación», ha sido abordado en el cine en multitud de ocasiones, magistralmente en muchas de ellas.
En este trabajo un grupo de especialistas y amantes del (buen) cine, se encierran entre los muros de los «talegos» para mostarnos sus realidades desde muy diferentes prismas.
Un mundo poliédrico donde la libertad es sueño y a la vez quimera, donde se agudiza la vista para ver más allá del horizonte y, si hay suerte, se encuentra esperanza y se ahuyentan los fantasmas. Juristas, filósofos, sociólogs y educadores nos trasladan, a través del cine, a etos complejos entornos donde las personas se alzan una y otra vez reivindicando su humanidad. Apagad las luces. Silencio, se rueda.