La libertad de imprenta en nuestro país va a ser una aspiración nuclear de amplios sectores del pensamiento ilustrado, que la vincularán con la libre circulación de las luces, esto es, del saber, de la educación. Sin embargo, las fuertes reticencias del poder hacia la misma impedirán su reconocimiento, habrá que esperar al inicio de la guerra de la Independencia para que esta libertad haga acto de presencia por la vía puramente fáctica. Entre 1808 y fines de 1810, no sin dificultades y obstáculos de la más diversa naturaleza, la libertad de imprenta se convertirá en una realidad, asumiendo roles muy dispares. Los liberales la iban a erigir en la clave de bóveda del nuevo sistema político que pretendían establecer, no siendo de extrañar justamente por lo mismo la premura con la que se introducirá el tema de la libertad de imprenta en las Cortes, y de resultas de ello su temprana legalización a través del Decreto de 10 de noviembre de 1810, objeto de un detenido análisis jurídico en este libro.
Esta norma tendrá un notable impacto, generando un verdadero torrente de publicaciones, tanto de folletos como de periódicos. En el libro se presta una amplia atención a periódicos tan relevantes por sus aportaciones políticas e incluso doctrinales como el Semanario Patriótico de Quintana o El Español de Blanco White, como también a otros que merecen no ser olvidados, como El Espectador sevillano, El Voto de la nación española o El Tribuno del Pueblo Español. A la legalización de esta libertad seguirá su constitucionalización, que no deja de ser peculiar al ubicarse en el Título relativo a la instrucción pública, y para cuyo análisis se ha puesto en conexión con algunos de los grandes tópicos constitucionales, desde la ausencia de una declaración sistemática de derechos a la intolerancia religiosa y su ineludible impacto sobre esta libertad. El estudio que se lleva a cabo en esta obra se detiene de modo muy particular en principios tan estrechamente vinculados con la libertad de imprenta como el de la publicidad parlamentaria o en sujetos políticos que van a ir cobrando una progresiva trascendencia, como será el caso de la opinión pública. Por lo demás, el libro no se circunscribe ni mucho menos a lo jurídico-constitucional, por cuanto el carácter multidisciplinar de esta libertad exige atender a aspectos de la Historia del pensamiento político, de la Filosofía jurídica y de la Ciencia política, al margen ya de, como es de todo punto obligado, enmarcar las vicisitudes de esta libertad en el peculiar contexto histórico del momento.