Historiadores y juristas interesados en la legislación foral vizcaína han considerado la existencia temprana de diversas exenciones y franquicias. Si bien advertían que estos privilegios no estaban en principio escritos, tenían su fundamento en usos y costumbres del libre albedrío.
Sin embargo, en la Baja Edad Media la convivencia ordenada se fue convirtiendo en algo difícil de mantener, por lo que sus habitantes consideraron oportuno fijar por escrito las leyes fundamentales por las que se habían regido. Esta obra presenta los manuscritos de la primera legislación vizcaína, base de toda reglamentación posterior.