1ª edición, septiembre 2014
Tirant lo Blanch
SINOPSIS
Aunque la neutralización de la víctima es co-sustancial al Derecho penal, en este trabajo se demuestra que tal neutralización no es absoluta. Ahora bien, la permeabilización del Derecho penal a los intereses de la víctima ha de ser correctamente entendida y llevada a la práctica.
Por un lado, no se puede privatizar el conflicto penal entre el sujeto activo y el sujeto pasivo del delito, ni lomar en consideración los intereses de la víctima como mera excusa para incrementar la gravedad de las penas o castigar ciertas conductas, vulnerando los principios de intervención mínima y de proporcionalidad. Y por otro, hay que tener cuidado con que la toma en consideración de la vÍctima no termine sirviendo de fundamento para eximir de responsabilidad al sujeto activo del delito, al convertirla en co-responsable del mismo, cuando no en la única responsable por vulneración de unos supuestos deberes de autoprotección que le corresponden.