La presente obra parte de la constatación de que el fenómeno de la corrupción, en sentido amplio, no se agota en la comisión de los genuinos delitos de corrupción, cuyo significado y límites estrictos tampoco están nada claros, así, se analiza el fenómeno de corrupción en el ámbito penal desde una perspectiva amplia, partiendo del hecho de que resulta un elemento favorecedor de la comisión de otras infracciones delictivas, cuyas circunstancias de comisión se ven alentadas o facilitadas, y cuya persecución puede resultar más difícil precisamente debido a la presencia de prácticas corruptas.
En primer lugar, se tratan cuestiones generales sobre el fenómeno de la corrupción, desde el intento de definirla hasta determinadas estrategias generales que pueden emplearse para luchar contra ella, en este último sentido, se atiende a los problemas planteados por la existencia de paraísos fiscales y al papel de la responsabilidad penal de las personas jurídicas en este ámbito. En segundo lugar, se han seleccionado determinadas figuras en el ámbito de la corrupción, atendiendo a su carácter más novedoso o al hecho de que plantean cuestiones o problemáticas de especial interés: de este modo, se tratan las tres figuras específicas de prevaricación, en materia del urbanismo y la ordenación del territorio, el patrimonio histórico y el medio ambiente, la financiación ilegal de partidos políticos, y determinados comportamientos irregulares en el ámbito empresarial. Por último, se examina cómo la corrupción puede venir conectada con otros fenómenos delictivos como el blanqueo de capitales, o cómo puede facilitar la verificación de otros delitos como la trata de seres humanos, el tráfico de órganos o el tráfico de drogas.