1ª Edición, Junio 2017
Editorial COMARES
SINOPSIS
Los procesos revolucionarios tuvieron tal impacto en las sociedades europeas y americanas que casi apagaron la imagen de aquellos que se opusieron a su avance. Anclados en el pasado, inertes, desconcertados, difusos, ésta es la imagen que ha llegado hasta nosotros de quienes no siguieron la corriente de cambios que llevaba al triunfo liberalismo. Sin embargo, la victoria de la Revolución no fue tan inevitable como a primera vista pudiera parecer, ni el adversario tan insignificante. Tras un siglo de intensas guerras civiles y revoluciones, los dos bastiones del Antiguo Régimen que se desmoronaba a comienzos de siglo XIX -la Iglesia católica y la monarquía- y con ellos amplios sectores de la sociedad, llegaron con energías renovadas a los estertores de la centuria.
Este libro pone de manifiesto que la resistencia a la Revolución fue el resultado de un proceso de readaptación y renovación de muchas de las estructuras del Antiguo Régimen. Para hacer frente al nuevo desafío revolucionario, conservadores, reaccionarios y contrarrevolucionarios recurrieron a cuantas armas tenían a su alcance, desde la guerrilla a la prensa, pasando por la disputa de los espacios públicos o la creación de solidaridades internacionales. De este modo, y aunque pudiera parecer paradójico, plantearon una respuesta tan activa y dinámica como el desafío al que tuvieron que hacer frente.