1ª edición, Octubre 2013
Editorial Dykinson
SINOPSIS
Aproximarse a un fenómeno complejo, como es el de la inmigración, requiere de cierta sofisticación en los modelos explicativos y en la propuesta de soluciones adecuadas. La interacción entre Teoría y Práctica y entre Práctica y Teoría no siempre logra los resultados idóneos. Tradicionalmente, en la gestión de la inmigración, se han distinguido el modelo asimilacionista, el modelo diferencialista y el modelo multicultural. El modelo asimilacionista, está habitualmente vinculado con Francia, se basa para los inmigrantes en un horizonte de integración en los valores de la República laica y francófona. En este modelo se ven con desconfianza las distinciones culturales entre los franceses, sea cual sea su origen.
El modelo diferencialista, tradicionalmente relacionado con Alemania, considera que los inmigrantes son trabajadores-invitados, que provisionalmente residen en el país y que nunca llegarán ser ciudadanos. Este modelo considera que la inmigración es un tema provisional de asuntos sociales, pero no plantea un problema para la identidad nacional. El modelo multicultural, propio de los países anglosajones como Estados Unidos y Reino Unido, considera que los inmigrantes se integran en la sociedad a través de su grupo cultural y las normas comunes surgen de negociaciones entre los diversos grupos culturales. Estos tres modelos han sido ampliamente desarrollados en multitud de trabajos académicos. Sin embargo, actualmente se considera que los tres modelos están en crisis…