El «ruido» se ha convertido en la principal fuente de contaminación medioambiental de nuestra vida diaria, alcanzando al hombre en valores tan apreciados como la salud y la calidad de vida. La lucha contra la contaminación acústica es el resultado de una lenta evolución legislativa, que se encuentra condicionada por una escasa prioridad política, la fijación de unos objetivos difusos, y la descoordinación de las administraciones públicas ante las reclamaciones de los ciudadanos.
Sin embargo, la aparición de unas normas supranacionales y nacionales, juntamente a una jurisprudencia realizada «a medida» de este enemigo invisible están dando sus primeros pasos para su paulatina erradicación.
Estamos ante la primera obra que aborda un estudio multidisciplinar del ruido, con dos partes claramente diferenciadas, la jurídica y la técnica, pero al mismo tiempo intercomunicadas entre ellas. Esta ósmosis permite al operador jurídico conocer los diferentes medios probatorios, su eficacia o formular correctamente las preguntas a los peritos en acústica (Físicos, Arquitectos, Médicos o Psicólogos), y a los técnicos, una visión completa del panorama jurídico con el que habrán de relacionarse (Abogados, Jueces, Fiscales y las diferentes Organizaciones y Administraciones).