La hacienda local no es ajena a la crisis económica que padecemos desde finales de 2007. Sus recursos se han visto mermados considerablemente por la disminución de la actividad económica generadora de los mismos.
La gestión de competencias impropias, de hecho o de derecho, se ha visto afectada de lleno por la menor disponibilidad de recursos financieros, lo que lleva inevitablemente a una reordenación del marco competencial local y autonómico.
La obra aboga por una clarificación de las competencias locales, que las circunscriba a aquellas en las que sea indubitada la capacidad administrativa local para desempeñarlas pues sólo así será viable la segunda descentralización que pretende articular el llamado Pacto Local.
Se apuesta también decididamente por las Diputaciones Provinciales, engarce idóneo entre las administraciones locales y las Comunidades Autónomas para el desempeño de competencias concurrentes de ambas.
Se postula una reordenación de la cooperación económica local hacia la participación local en los ingresos de las Comunidades Autónomas, P.I.C.A.S., en desarrollo del artículo 142 C.E. no pleno en Castilla y León. Se propone reformas en las participaciones en los ingresos del Estado y en todos los recursos integrantes del susbsistema tributario local que hagan a éste capaz de sostener la hacienda local del siglo XXI.