La diversidad de puntos de conexión que recoge la distinta normativa vigente en nuestro ordenamiento (desde el ámbito interno, comunitario e internacional) no genera precisamente certeza jurídica en las relaciones entre la Administración y los contribuyentes por lo que en esta obra se propone un concepto unívoco de residencia tanto en sede de las personas físicas como en el ámbito de las personas jurídicas con el fin de reducir la importante litigiosidad existente en este terreno, a la vez que la propuesta de un concepto también armonizado en la esfera comunitaria permitirá su utilización como modelo para los convenios que firmen todos los países de la Unión Europea entre sí, así como en las relaciones de los propios Estados miembros con países terceros y extracomunitarios.
La obra se completa con un recorrido exhaustivo de los distintos aspectos de la normativa de la imposición directa (Impuesto sobre la renta de las personas físicas, Impuesto sobre la renta de no residentes, Impuesto sobre Sociedades, Impuesto sobre el Patrimonio e Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones) que sería conveniente su modificación para resultar más acorde con el Derecho Comunitario.