La inquietud social y política generada por los accidentes de circulación se ha traducido en la creación de numerosos tipos penales de peligro, vía acentuada tras las reformas de 2007 y 2010 del Código penal. Considera el legislador que la imprudencia no es suficiente para castigar la conducción peligrosa. ¿En qué situación quedan los delitos imprudentes? ¿A qué se deben unas penas tan leves? ¿Por qué se acuerda el sobreseimiento condicionado a denuncia o se archiva el procedimiento ante el pago de la indemnización? ¿Por qué casi siempre terminan en un juicio de faltas?
Para responder a estas cuestiones en esta obra se realiza un pormenorizado análisis de los delitos imprudentes en los accidentes de circulación, no sólo desde el punto de vista doctrinal, sino desde la óptica jurisprudencial y la práctica diaria de los Juzgados y Tribunales. Junto a los aspectos más importantes en el ámbito penal, se estudian las cuestiones más relevantes de Derecho civil y procesal y su relación con las infracciones administrativas.