Belén inacabado
El autor hace una representación que pretende ser una visión distinta de la sociedad, resaltando la belleza del mundo oculta en lo «feo» y hacerse cómplice de una sencillez aparente en la que aparece la complejidad de nuestra convivencia. Con la fuerza del arte y de su lenguaje consigue darle la vuelta a la tortilla, porque nos hace «mirar» desde la perspectiva de un niño. Nos hace «leer» el mundo y la historia desde otro punto de vista. Rompe los esquemas para convertir en protagonistas a los que nunca son objetivo de una cámara. Siempre queda en el aire la pregunta: ¿es pura ilusión? Quizás hoy algo muy serio en el fondo de esa ilusión que pone los pies tan en la tierra. ¿Será acaso esperanza? ¿Es una historia? ¿Es la Historia?. San Francisco de Asís, cuando inventó esta representación dejó bien claro que era muchas coas pero nunca nada simple ni ingenua, como cada figura de «Belén inacabado». ¿Tendremos, pues, que incorporarnos todos nosotros para ir acabando el Belén?