Verdadero pionero en España de la ensayística cinematográfica (esa que explora con ahínco cuáles son los límites de la ficción y sus refutaciones, que no pueden acotarse cómodamente en el vago concepto de documental), Basilio Martín Patino (Lumbreras, Salamanca, 1931) es autor de una obra-isla en el archipiélago de nuestro cine. Si Godard afirmó que «ver una película es siempre compararla con otras», en el caso de Martín Patino el aserto no puede ser más pertinente: su cine es un continuo cuestionarse a sí mismo, en la medida en que cada pieza parece estar formando parte de un mosaico agrietado que no esconde su condición de artificio o trampantojo. Sus experimentaciones en torno al documental de compilación (el llamado metraje encontrado) y el falso documental (o, siguiendo la terminología británica, fake documentary) comienzan por acopiar series de archivos audiovisuales que yacían en el desván de las filmotecas para operar sobre ellos una suerte de cirugía frankensteiniana; restos de un naufragio que Martín Patino redefine gracias a un tratamiento del montaje transgresor, iconoclasta y, al cabo, personalísimo.
El contenido temático de Espejos en la niebla, la última propuesta audiovisual de La Linterna Mágica, taller de Martín Patino, de la que este catálogo es avance y testimonio, se entrelaza a lo largo del siglo veinte por territorios salmantinos, postulando un contraste dialéctico entre El Cuartón, finca de los Luna Terrero, familia de oligarcas terratenientes, y los solitarios terruños de Centenares, reducido poblado que hubieron de construir los numerosos renteros, emparentados entre sí, de la dehesa que fueron obligados a marcharse de El Cuartón con todos los familiares, ganado y bártulos propios, de un día para otro. El resultado es una lectura crítica del pasado que parte de un caso particular, de una mirada microhistórica, para tratar de arrojar luz sobre las tensiones socioeconómicas y culturales que aquejaron a la España del primer tercio del veinte. Como afirma Martín Patino en uno de los textos del catálogo, «en aquel laberinto de intereses sociales se podía intuir la lógica del gran conflicto por venir: la terrible hoguera de toda una cruzada salvaje y casi medio siglo de desentendimiento fratricida».