Blaise Pascal
Pensar sin límites. Estudios sobre su pensamiento y obra
La lectura de la obra de Blaise Pascal nunca deja indiferente. Como advirtió Miguel de Unamuno, hay tantos Paséales como personas que “al leerle le sienten y no se limitan a comprenderle”. Cumplido el cuarto centenario de su nacimiento (1623-1662), sorprende la amplitud de sus intereses y la audacia de sus descubrimientos científicos. No es fácil comprender a un matemático místico. Pascal afrontó los problemas y los enigmas como retos, y contribuyó a deslindar los terrenos propios de la ciencia y de la religión. A su juicio, solo el funcionamiento armonioso de la razón y del corazón, del espíritu geométrico y del espíritu de finura, conducen a una sabiduría humana.
Como filósofo cuestionó aquello que creíamos saber. Pensó por antítesis y exploró la ambivalencia y las contradicciones de la condición humana hasta la hipérbole: “el hombre es un monstruo incomprensible” (L. 130). Inclemente, irónico o trágico, en su descripción de la locura del mundo, de la corrupción y del egoísmo generalizado, sus Pensamientos incitan a buscar el sentido de la existencia y a orientar la conducta moral.
Pascal aspiró a lo trascendente y eterno por entender que dignifica al ser humano. Ahondó en el riesgo de la fe e indagó sobre el Dios que se esconde. Su espiritualidad muestra que el pesimismo antropológico no fue su última palabra, pues apostó por el amor sin medida a lo eterno y al ser universal frente al desmedido egoísmo y al sentimiento de trágica derrota.
El libro incluye una selección de los estudios de Alicia Villar Ezcurra sobre Blaise Pascal que aparecieron en diferentes revistas y publicaciones. La primera parte recoge la introducción general sobre su vida y obra científica, filosófica y religiosa en su contexto histórico (Pascal: pensar sin límites), atendiendo en especial a la estructura y a los grandes temas de los Pensamientos. En la segunda parte, se agrupan diversos estudios en torno a la espiritualidad de Pascal; la relación de su pensamiento con el de Montaigne y Descartes, central para situar su postura frente a un escepticismo y racionalismo extremos. Por último, se aborda la identificación de Unamuno con Pascal, a quien consideró un espíritu afín a su sentimiento trágico de la vida.