La investigación psicoeducativa y la experiencia personal confirman que el profesorado influye notablemente en lo que los alumnos llegan a aprender.
Ahora bien, el efecto mediador de su acción docente sobre el aprendizaje de los estudiantes comienza en su propia formación, que prefigura el carácter y la intensidad del impacto educativo.
Este libro trata de precisar los parámetros en los que debiera moverse una formación inicial del profesorado de Educación Infantil y Primaria que diera respuesta adecuada a los retos que nos plantean las actuales sociedades en las que crecen niños y jóvenes, futuros ciudadanos. ¿En qué consisten la educación y la enseñanza? ¿Cuáles son las herramientas cognitivas, emocionales y técnicas con las que deben acabar su periodo de formación inicial los futuros maestros? ¿Qué tipo de información tienen que ofrecer, qué contenidos deben enseñar y cuál es la función que ha de desempeñar en la determinación de sus habilidades profesionales? ¿Cómo configurar concepciones educativas que apunten inexcusablemente al bien personal de sus futuros alumnos y a su desarrollo completo como personas a todos los niveles? ¿En qué medida cabe distinguir que los futuros maestros se perciban como agentes de la mejora social y que no pierdan de vista el horizonte de la perfectibilidad humana?