En las letras que escribimos, en nuestros trazos, dejamos rastros reveladores de nosotros mismos. En la pequeña letra escrita queda plasmada la huella de un movimiento que integra a su vez impulsos, controles, percepciones, conocimientos, experiencias, actitudes… Todo puede quedar al descubierto si sabemos observar y descifrar ese rastro, esa huella fosilizada, ese retrato de nosotros mismos que es nuestra propia escritura.
En este libro ofrecemos un método fácil y sistemático para adquirir el fundamental aprendizaje de la Grafología y desarrollar la capacidad de observación grafológica. Después de cada lección proponemos varios modelos de escritura, para entrenar, con ejercicios de observación y concentración sistemática, los recursos grafológicos aprendidos en la lección precedente. Conocernos a nosotros mismos y a los demás es una aventura apasionante.
La escritura de cada uno nos proporciona los signos y huellas suficientes para rastrear el camino que nos lleve a la persona, hasta su descubrimiento psicológico y su encuentro humano.