Los avances en la secuenciación del genoma humano han suscitado nuevas perspectivas en el análisis de la determinación de la incidencia de factores biológicos, y más concretamente genéticos, en el comportamiento humano y, más en particular, en el desarrollo y conformación de la personalidad. Actualmente se está especulando sobre la posibilidad de que algunas manifestaciones del comportamiento encuentren su explicación en los genes. En este sentido, en ocasiones algunos científicos han sostenido que determinados rasgos caracterológicos más definitorios de la personalidad de los individuos tendrían su origen en ciertos componentes genéticos, por ejemplo la agresividad, labilidad, tendencia a la drogadicción, alcoholismo, homosexualidad, etc.; cierto que sin que se haya podido demostrar hasta el momento la veracidad de tales afirmaciones, por el contrario han dado lugar a su inmediata refutación y rechazo por parte de otros científicos.
Por otro lado, se afirma ya que determinadas enfermedades mentales tienen probablemente una vinculación con anomalías genéticas, como se sostiene, por ejemplo, en relación con la esquizofrenia, la psicosis maníaco-depresiva, la enfermedad de Alzheimer y algunos retrasos mentales, a los que se asigna una susceptibilidad basada en las alteraciones poligénicas. Sin embargo, las investigaciones actuales están todavía muy lejos de aportar explicaciones más precisas al respecto. Esta monografía recoge trabajos de especialistas en distintas materias sobre las cuestiones médicas, filosóficas y jurídicas que suscita esta discusión y sus implicaciones para el principio penal de culpabilidad y para el concepto material de la misma, en el entendimiento de que la culpabilidad del sujeto constituye el fundamento y límite de la pena así como para la imputabilidad subjetiva -o capacidad de culpabilidad-, en la que deberán centrarse probablemente los logros de las investigaciones genéticas, como apuntan ya varios de los trabajos que integran la presente monografía.