-5%

Gramática de la Política. El Estado Moderno

ISBN: 9788484445586

El precio original era: 74,00€.El precio actual es: 74,00€. 70,29 IVA incluido

Hay existencias

Peso 1210 g
Fecha de Edición 24/03/2003
Plazo de entrega

24 h

Número de Edición

1

Idioma

Español

Formato

Libro

Páginas

674

Lugar de edición

GRANADA

Encuadernación

Cartoné

Colección

CRÍTICA DEL DERECHO. ARTE DEL DERECHO

Editorial

COMARES, EDITORIAL

EAN

978-84-8444-558-6

ÍNDICE

Estudio preliminar «La filosofía política de Harold J. Laski» a cargo de J.L. Monereo Pérez
Prólogo del autor a la traducción española
Nota a la cuarta impresión
Prólogo del autor
Nota a la segunda impresión
Prólogo del traductor

PRIMERA PARTE

CAPÍTULO I.—El fin de la organización social
I. Caracteres de las nuevas tendencias
II. La necesidad del gobierno
III. Los fines del Estado
IV. Estado y Sociedad
V. La naturaleza del poder político
II.—La soberanía
I. Caracteres generales de la soberanía
II. La soberanía legal
III. La soberanía política
IV. La soberanía y los problemas internacionales
V. El Estado y las asociaciones
VI. La responsabilidad del Estado
VII. El gobierno y los órganos consultivos
VIII. Factores que limitan el problema
III.—Los derechos
I. Naturaleza de los derechos
II. Los derechos y el Estado
III. Consideración de los distintos derechos
IV. La realización de los derechos
V. Los derechos y el poder
IV.—Libertad e igualdad
I. Concepto de la libertad
II. Las garantías de la libertad
III. Libertad e igualdad
IV. Examen del problema desde el punto de vista internacional
V. Gobierno y libertad

CAPÍTULO V.—La propiedad
I. El sistema actual
II. El fundamento moral de la propiedad
III. Esfuerzo y propiedad
IV. La propiedad y la organización industrial
V. El problema del incentivo
VI. Hacia un nuevo orden social
VI.—Nacionalismo y civilización
I. Caracteres del nacionalismo
II. Derecho y nacionalismo
III. Los escollos del internacionalismo
VII.—La autoridad, en su aspecto federal
I. El papel del consentimiento en política
II. Autoridad y obediencia
III. Autoridad y representación
IV. Coordinación y federalismo
V. La ley, como fuente de autoridad

SEGUNDA PARTE

CAPÍTULO VIII.—Las instituciones políticas
I. Las formas del poder político
II. La organización de los ciudadanos
III. Los ciudadanos y sus representantes
IV. El Parlamento: su organización
V. El Parlamento: su organización
VI. El Ejecutivo: su aspecto político
VII. El Ejecutivo: su aspecto administrativo
VIII. El control de la Administración
IX. Los funcionarios públicos
X. El régimen local
XI. Conclusión
IX.—Las instituciones económicas
I. El fin de la organización industrial
II. La socialización de la industria
III. El movimiento cooperativo de los consumidores
IV. La empresa privada
V. La reglamentación de la empresa privada
VI. La organización profesional
VII. El principio del seguro social
VIII. Herencia y propiedad
IX. Conclusión
X. Conclusión (continuación)

X.—El poder judicial
I. Importancia de su función
II. El poder judicial y el poder ejecutivo
III. El poder judicial y los elementos no profesionales
IV. La igualdad ante la ley
V. La reforma legal
VI. Atribuciones cuasi-judiciales del poder ejecutivo

XI.—La organización internacional
I. El fundamento de la organización internacional
II. Funciones de la organización internacional: su aspecto político
III. Funciones de la organización internacional: su aspecto social
IV. Funciones de la organización internacional: su aspecto económico
V. Las instituciones de la organización internacional
VI. Conclusión

Laski, Harold Joseph:
Harold Laski (Manchester, 1893-Londres, 1950) es de los pocos teóricos del Estado en el mundo anglo-sajón que, desde John Stuart Mill, merece ser recordado. Sus teorías se desenvuelven en el tránsito del pensamiento liberal a la acción de tipo socialista. Fue miembro de la renombrada Fabian Society aunque renunció a su puesto en el Comité Ejecutivo Fabiano aduciendo incompatibilidad de opiniones, pues no aceptaba la posición «gradualista» y evolucionista de la socialdemocracia. Además formó parte del comité ejecutivo del partido laboralista -aunque con serias disensiones con el premier MacDonald-, que debería estudiar los cambios originados en la acción socialista tras la primera Guerra Mundial. A su renombre puede haber ayudado el hecho de haber enseñado en las prestigiosas universidades de Mac-Gill de Montreal y en Harvard. De todas formas, a pesar de ser un pensador que extrajo sus teorías de la práctica y dar a sus aportaciones un contenido pragmático, como Hobbes o Locke, no se puede parangonar en ningún caso con ellos. Se trata -a pesar de sus bandazos- de un intelectual independiente de izquierda, postura que afirmó en su pertenencia al partido laborista. De esta suerte su teoría política pudo fundarse en la ética, que como se verá no se deja entremezclar con el materialismo histórico marxista.