A pesar de que tradicionalmente no se ha prestado en el Derecho Administrativo español una gran atención a los problemas relativos a la organización pública, constituye esta uno de los elementos esenciales de nuestra disciplina.
En este sentido, hasta se puede afirmar que el problema de la eficacia de la Administración pública es una cuestión, simple y llanamente, de organización. De cómo se desplieguen los elementos materiales y personales de las estructuras administrativas va a depender en buena medida la consecución de los objetivos que definen la actuación del conjunto de las Administraciones públicas.