Nuevos tiempos para la vieja economía europea
El siglo XX ha finalizado, intelectualmente hablando, con una serie de movilizaciones en contra de lo que se ha denominado como pensamiento único. Esta corriente de pensamiento, que se hace patente en todos los campos, critica la falta de debate y de posturas críticas en el seno de las ciencias. En Economía este movimiento se está viviendo con gran intensidad dado que tanto los líderes económicos, como la mayoría de los economistas parecen haber llegado a un acuerdo acerca de cuáles son los grandes problemas económicos, a saber: la inflación, el déficit público! los altos tipos de interés y los desajustes en el tipo de cambio; y sobre cómo resolverlos: con “rigor” en la aplicación de todo tipo de políticas económicas. Surgen, sin embargo, voces disidentes, cada vez con más fuerza, que plantean el olvido de otro tipo de problemas económicos como el desempleo o las desigualdades sociales y la necesidad de alternativas al “rigor” como forma de resolver los problemas.
