Pocos son los delitos que, como las falsedades documentales, justifican tan sobradamente el tratamiento individualizado y pormenorizado que se ha convertido en seña de identidad de la colección «Técnica» de Editorial Aranzadi. La importancia creciente que las relaciones económicas van adquiriendo en la sociedad moderna no podía tener otra consecuencia sino el incremento de los delitos de carácter económico (estafa, apropiación indebida, malversación de caudales públicos, etc.) y, por su directa vinculación con todos ellos, de las diversas modalidades del delito de falsedad documental. De ahí la necesidad de abordar, monográficamente, este delito, pues la práctica cotidiana de nuestros Tribunales muestra bien a las claras que raros son los casos en que los frecuentes delitos de carácter patrimonial no van acompañados de una falsedad documental.
Dos son los criterios que han guiado al autor de esta monografía: por un lado, la exhaustividad en el análisis, y por otro, el pragmatismo en la exposición.
Exhaustividad porque basta un somero examen de los índices sistemático y analítico para comprobar que el examen del delito no sólo abarca todos sus elementos objetivos y subjetivos, sino que se extiende también a aquellas otras figuras delictivas que, como corrobora la praxis forense, están indisociablemente unidas a la falsedad documental, y todo ello sin obviar cuestiones que, aun siendo específicas del Derecho Procesal, presentan peculiaridades propias de las falsedades documentales.
Pragmatismo porque el autor ha abordado el análisis del delito de falsedad documental únicamente a partir de las numerosas sentencias que sobre la materia han dictado el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional, obviando así la, en ocasiones, estéril inclusión de posturas o tendencias doctrinales sin respaldo jurisprudencial.