En un momento en el que los despidos, los cierres y las pérdidas económicas en los medios de comunicación están llegando a cifras más que alarmantes y en el que la consideración social sobre los periodistas no es precisamente alta, José María Izquierdo reflexiona en este ensayo sobre la necesidad del oficio de contar y las muchas razones que justifican su existencia.
La irrupción de Internet y las redes sociales ha puesto en jaque la forma de ejercer el periodismo. Existen millones de tuits entrecruzándose por los aires, centenares de millones de páginas webs… Una selva, una locura de mensajes contando cosas, comunicando acontecimientos, al tiempo que las insidiosas tácticas de desinformación promovidas por los poderosos intentan enmascarar los abusos y las injusticias en una sociedad cada vez más castigada. Mientras, los medios de comunicación tradicionales viven una agonía que parece no tener fin.
Ante esta nueva realidad, ¿qué futuro les espera a los periodistas?, ¿de qué manera pueden resultar útiles en la sociedad actual? Con grandes dosis de autocrítica no exenta de cierto optimismo e ironía, el autor aporta pistas y no duda en reivindicar la absoluta necesidad de unos profesionales cuya principal tarea y vocación, la de informar con rigor, continúa siendo imprescindible. ¿Quiénes, si no, van a contarnos, con información contrastada y veraz, lo que quieren ocultar quienes se creen que lo pueden dominar todo?