Este libro gira en torno a tres polos, o enfermedades sociales, en los que, según el autor, se basa el lamentable sistema capitalista que padecemos: la obsesión de la acumulación de la plusvalía por encima de todo, el consumismo-productivismo, como fundamento de esta acumulación, y la explotación del hombre y de la mujer y la sobreexplotación de la naturaleza, y todo a través del trabajo enajenado-asalariado.
El autor mantiene la tesis de que, dado el enorme progreso del conocimiento-tecnología, si no fuera por estas enfermedades sociales, el trabajo enajenado-asalariado podría reducirse al mínimo, e incluso, a largo plazo, desaparecer.
También se presentan algunos aspectos sobre el decrecimiento económico, según el autor necesario para salvar los recursos naturales del planeta, la biosfera e incluso el género humano, seriamente amenazados por el crecimiento desmesurado actual. Para conseguir este decrecimiento es necesario el trabajo en equipo de ecologistas y marxistas, pero indispensablemente con una apretada colaboración de unos movimientos sociales conscientes.
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