El final más o menos pacÃfico de la guerra frÃa hubiera podido dar paso a la disolución de los dos bloques militares y a una revisión radical de las polÃticas que impulsaron la irracional carrera de armamentos de la segunda mitad del siglo pasado. También habrÃa podido facilitar una reducción de los gastos militares y un incremento de los recursos destinados al desarrollo sostenible de los paÃses empobrecidos. Eso es exactamente lo que proponÃa el movimiento por la paz no alineado de los años ochenta del siglo xx.
Las potencias occidentales, sin embargo, en lugar de aprovechar la disolución del pacto de Varsovia para avanzar en esa dirección, se dedicaron a vanagloriarse de su «victoria en la guerra frÃa», a promover la globalización neoliberal y «ecocida», a revalidar la disuasión nuclear, a ampliar las funciones y el ámbito de actuación de la OTAN y a emprender una enloquecida espiral de intervenciones militares que ha culminado con la desestabilización general de Oriente Medio. Ante el Iraq devastado, los bantustanes palestinos, el Afganistán feudal de los «señores de la guerra», el LÃbano nuevamente resquebrajado o el Pakistán al borde del abismo, resulta difÃcil escapar a la nostalgia de lo que pudo haber sido y no fue.
En este libro se han reunido diversos textos que combinan el análisis polÃtico con la crÃtica sin contemplaciones del belicismo occidental posterior a 1989. Han sido escritos desde las «cocinas» del movimiento por la paz. Todos ellos parten de la convicción de que la nostalgia puede ser un sentimiento paralizante pero también un revulsivo que incite a la acción. Los viejos ideales del movimiento por la paz se pueden ver hoy como un estÃmulo para proyectar un futuro diferente al que nos augura la guerra mundial e infinita declarada por el gobierno estadounidense en 2001.