Descripción
Identidades en proceso Una propuesta a partir del análisis de las movilizaciones feministas contemporáneas
¿Cómo se conforman hoy las identidades (colectivas) cuando todo parece indicar que carecemos de soportes para su construcción, de teorías que expliquen esas construcciones y cuando la propia categoría quiebra?
¿Cómo se construyen las identidades en un movimiento, el feminista, que, en muchas de sus expresiones, desactiva la noción misma de identidad?
Este libro se propone encarar estas preguntas a partir de un trabajo empírico de carácter cualitativo sobre las movilizaciones feministas contemporáneas en el Estado español.
Pero aspira, al engarzar con discusiones teóricas amplias, a hacer una propuesta teórico-analítica que sirva para el estudio de otras identidades colectivas.
Las identidades (feministas) en proceso constituyen esa propuesta. El texto plantea los límites de una concepción de la identidad colectiva únicamente como definición aportada por un movimiento que es tomado como objeto dado, como axioma.
Esto permite un triple movimiento: primero, desobjetivar la noción de movimiento social y apostar por la de movilizaciones feministas; segundo, proponer que las identidades no son ya modelos a los que los sujetos deban convertirse o alternar, sino que los sujetos y sus identidades son el resultado inconcluso de la incorporación y articulación de experiencias diversas, y, finalmente, apostar por radicalizar la procesualidad de las identidades colectivas a través de las reiteraciones relacionales y las activaciones emocionales.
Los sujetos y sus identidades son hoy procesos inacabados, materializaciones y sedimentaciones parciales; búsquedas o ensayos permanentes de construir un sentido nunca definitivo del «nosotras».
Martínez, María:
María Martínez viajaba a Tokio y volvía cargada de mascarillas y productos no identificables que probaba con alma aventurera. De sus escapadas a Estocolmo, de champús cuyo nombre revelaba como si fueran secretos de estado. Mientras tanto trabajaba como diseñadora de producto y consultora en Internet como Teknoland, McCann Erikson, Banco Santander y The Cocktail. También, entre avión y avión, le dio tiempo a montar la start-up I wanna gothere/mimaleta.com; con este proyecto ganó un WebbyAward, el Oscar de Internet. Tras el premio llegaron las entrevistas, las conferencias y las mesas redondas: no hay muchos en España que tengan el Webby en una estantería. Aquella noche, en Nueva York, sin soltar su premio, María aún no sabía que un tiempo después, uniría sus tres grandes pasiones confesables, Internet, viajes y cosmética en un proyecto: Laconicum.