Flechas de mi haz. Un hombre, una memoria
Hace ocho años reemprendí la andadura de mi vida con la publicación de un primer tomo de memorias. Se tituló LOS TALLOS VERDES, abarcando hasta que cumplí los dieciséis. Por si no fuera suficiente mi intención nunca ocultada de continuar con la tarea, se me han venido haciendo repetidas sugerencias para que no me dejara comer por la pereza que inevitablemente acecha a quienes, como yo, no gustan de escribir sobre sí mismos.
Pero no era ella, en realidad, quien me tenía maniatado. Sino la expectación de unas condiciones objetivas más propicias para contar lo que, de forma inevitable, se agolparía sobre los puntos de mi pluma a la hora de afrontar este segundo tomo -no ciertamente por mi culpa- mucho más conflictivo que el primero. Por entender que hoy puedo escribir lo que hasta ayer sería impensable, me decido a retomar el hilo del relato para ofrecer el testimonio de lo que fue mi guerra, la guerra de un adolescente, los tres años «triunfales» con que la vida me obsequió apenas iniciada.
Para quienes aborden la lectura de este libro, sin haber conocido previamente LOS TALLOS VERDES, citados más arriba, me permito reproducir aquí el «pliego de descargos» que, a modo de preámbulo, llevaba como pórtico, en la seguridad de que valdrá de ayuda para la mejor comprensión de la presente obra. El tiempo transcurrido no ha mermado su vigencia
AUTOR: JOSÉ LUIS MARTÍN VIGIL