El Palacio de Parcent
Sede del Ministerio de Justicia
La trayectoria del proceso arquitectónico palacial, se viene considerando, no en sentido estrictamente cronológico o genético, sino sociológico. En cada una de las etapas artísticas de un palacio, existe
una realidad social, la cual gravita en su estética y su dinámica, en su mecanismo interno y externo, y en sus formas ejemplares y típicas.
El palacio es el símbolo obtenido por la riqueza y por el prestigio, al impulso de una capa social superior. Revela el atributo del hombre «grande», de su confianza en sus propias fuerzas, de su dominio
sobre el entorno, considerado como un valor o un hecho virtuoso. Por ello el proceso constructivo de un palacio revela la condición de sus moradores y su semblante revela también en todos los casos,
la formación de «modos de pensar» que guardan relación con la cultura y las condiciones sociales de quienes lo habitaron.
El Palacio Parcent, sede del Ministerio de Justicia, fue construido en el siglo XVIII sobre una casa señorial perteneciente a los Bernardo de Quirós. Las crecientes necesidades
prácticas de la alta burguesía de la Corte y las exigencias de una vida nueva, dieron lugar a la remodelación y fusión de pequeñas viviendas, en un edificio autosuficiente. La
propiedad se transmite en 1728 a los Marqueses de Mejorada y de la Breña, cuya autoridad en el campo de la política y de la cultura, marcan una nueva dirección a seguir en el
«progreso» del edificio.
La antigua casa señorial toma entonces caracteres de gran Palacio de la nobleza. Se amplia la vivienda y adquiere su planta una gran regularidad, en una extensión independiente, entre las calles del Espíritu
Santo, San Vicente y Ancha de San Bernardo. El diseño, en manos de un seguidor y discípulo de Pedro de Ribera, Gabriel de Valenciano, adquiere los componentes de la nueva clase a que pertenece. Vestíbulo,
escalera de honor, patio y jardines, son los elementos inherentes a una vida de recepción y lujo.