Egoístas, inmortales y viajeras. Las claves del cáncer y de sus nuevos tratamientos: conocer para curar
Egoístas, inmortales y viajeras explora el pasado, la realidad actual y el futuro de una enfermedad que, en términos estrictos, no es una única entidad sino más de doscientas distintas, tantas como tipos celulares construyen los diferentes órganos y tejidos de nuestro cuerpo.
Discutiremos en primer lugar el origen del cáncer, una cuestión que hasta una fecha reciente no tuvo una respuesta concreta y de la que hoy podemos decir que es una enfermedad de los genes en el planeta de los genes. Esta enfermedad causa la transformación celular, en virtud de la cual una célula normal se convierte en una entidad egoísta que crece sin freno, inmortal que desoye las señales de muerte recibidas por las células dañadas y viajera, capaz de abandonar su tejido de origen y colonizar otros territorios para formar las metástasis. Nuestro indeseado e indeseable lugar preferente entre las víctimas de los tumores malignos deriva no solo de los errores intrínsecos a la copia de nuestro material genético, sino de nuestra absurda perseverancia en crear formas de interferencia biológica que han multiplicado nuestro riesgo natural de padecer cáncer. La exposición voluntaria a agentes cancerígenos, la alimentación inadecuada o la contaminación creciente del ambiente interfieren con una armonía molecular que necesitó más de tres mil quinientos millones de años para asentarse y llegar a construir seres tan complejos como los humanos.