Durante los últimos años, el Derecho ha experimentado la aparición de nuevos instrumentos jurídicos, caracterizados por su falta de acomodo en el sistema tradicional de fuentes: los códigos de conducta, las cartas de servicios, los programas o directrices, etcétera. La irrupción de estas técnicas de regulación ha sido especialmente intensa en el Derecho Administrativo, donde los poderes públicos han recurrido a ellas para ganar eficacia, transparencia y agilidad. Sin embargo, estas cualidades han ido acompañadas de otras no tan positivas, pues el nuevo universo de normas atrae serios interrogantes que afectan a la seguridad jurídica, el principio de legalidad o la protección de derechos fundamentales.
Esta obra analiza este fenómeno jurídico, que cada vez con más frecuencia se le califica con la denominación de soft law: en efecto, se trata de un Derecho blando, suave, dúctil, pero fuerte en sus efectos. Precisamente sobre este punto, las consecuencias a la hora de resolver asuntos con instrumentos de soft law, vuelca su atención este libro. Analiza la génesis del soft law, propone una clasificación del mismo, y termina aportando una teoría sobre los efectos jurídicos de estas normas. A través de sus páginas, se demostrará que el soft law no es sólo una nueva técnica legislativa en manos de la Administración, sino todo un cambio de paradigma en la ciencia jurídica administrativa.