Mosaico rojo negro blanco ¿Por qué amamos los poemas que nos hieren?
Singular, mística, carnal, mamífera, erótica, sensual, compasiva, rebelde y reivindicativa, así es la poesía a través de la que la ginecóloga y escritora Miriam Al Adib Mendiri da voz a las mujeres tras más de 20 años de trabajo por la salud sexual y reproductiva femenina. Sus versos encumbran lo femenino y dan espacio al grito silenciado de cientos de mujeres que han pasado por su vida profesional y personal.
Hija de dos culturas, de padre sirio y madre española, en algunos poemas puede apreciarse la mezcla entre Oriente y Occidente que lleva en su sangre. En un canto a la libertad y a la paz, ella no distingue entre credos, razas, ideologías o culturas porque todo cabe en el idioma del corazón.
Cíclico como las estaciones y las mujeres, este poemario abre campos semánticos cargados de semillas y flores, cielos y mares, jardines y desiertos. Palabras como parir, encarnar, vientre, fertilidad, útero, deseo, amor, maternidad se mezclan de forma poliédrica con frutos jugosos, sábanas blancas y noches perfumadas que huelen a jazmín, integrando bellamente lo carnal y lo onírico, así como lo terrenal y lo espiritual.
Mosaico rojo negro blanco Tampoco faltan los poemas que ponen nombre al dolor de las mujeres, a los traumas y abusos, destapando el miedo ancestral a nuestro sexo poderoso que tantas veces la tradición condenó a la culpa y la vergüenza.