La obra que el lector tiene en sus manos fue editada por vez primera por el entonces Instituto de Estudios Administrativos en 1969, con una segunda edición en 1976, y fue merecedora del Premio Menéndez Pelayo del CSIC y del Premio Nacional de Historia.
En sus cuatro tomos, los dos últimos dedicados a una extensa colección diplomática o apéndice documental, José Antonio Escudero afronta el estudio de la maquinaria de gobierno de la monarquía española desde el reinado de los Reyes Católicos al de Felipe V, centrándose en la figura de los Secretarios de Estado y del Despacho. Analiza así en el régimen polisinodial (de varios sínodos o Consejos) de los Austrias la figura del Secretario de Estado o del Consejo de Estado, organismo que preside el propio rey. El Secretario de Estado en el siglo XVI (Francisco de los Cobos, Antonio Pérez, etc.) es un personaje poderoso que despacha por escrito y personalmente («a boca») con el monarca, declinando en el XVII cuando pierde ese «despacho a boca» en beneficio de los Validos. Finalmente, con la entrada de los Borbones, y en aras de una mayor eficacia y fluidez del despacho, se constituye otra red de gobierno de órganos unipersonales, la de los Secretarios de Estado y del Despacho o Ministros, paralela a la de los Consejos, a la que se traspasan progresivamente las competencias de éstos.
El autor concluye el estudio en 1724, cuando ese sistema de los Secretarios de Estado y del Despacho se ha consolidado.
Este libro explica, pues, los orígenes del régimen ministerial en España, habiendo dedicado el autor otro libro (Los orígenes del Consejo de Ministros en España, 2 tomos; también Premio Nacional de Historia), en cierto sentido continuación de éste, a la consolidación y desarrollo de ese régimen ministerial en el siglo XVIII (con los Patiño, Ensenada, Aranda, Floridablanca, etc.), el cual llegará a nuestros días.